
Existen algunos remedios para reducir este efecto:
- Introducirlas en el congelador o en agua fría con hielo durante un tiempo antes de utilizarlas.
- Mantener la cebolla mojada, o cortarla bajo el agua.
- Mojar el filo del cuchillo con vinagre antes de cortarla.
- Introducir la cebolla en agua caliente con vinagre durante unos segundos.
- Utilizar unas gafas de bucear mientras las pelas. (El único remedio que funciona al 100%. Personalmente prefiero llorar un poco antes que usar este método, aunque si tuviera que picar 50 kilos de cebollas me lo pensaría jaja).